domingo, abril 28, 2013

Chipiona celebra el 150º aniversario del inicio de la construcción de su faro, el más alto de España

Subir a este guardián de la desembocadura del Guadalquivir, otro de los reclamos de la ciudad


Corría el año 1863 cuando los marinos que habitualmente navegaban por el río Guadalquivir vieron atendidas sus demandas y celebraban el inicio de la construcción de un faro que los guiase a través de una zona complicada con una barra donde solían encallar los barcos, en la desembocadura del río grande de Andalucía.

Cuatro años después, el faro de Chipiona lucía por primera vez, convirtiéndose en un referente para embarcaciones de todo tipo. Además con sus 72 metros de altura se convirtió en el más alto de España y uno de los diez más elevados del mundo. Ciento cincuenta años después el Faro de Chipiona sigue cumpliendo con su labor resistiéndose al empuje de las nuevas tecnologías y postulándose como un complemento aún necesario para éstas.


Chipiona va celebrar en 2017 el 150 aniversario de la entrada en funcionamiento de su faro, pero no va a dejar pasar 2013 sin conmemorar que hace 150 años se inició su construcción. La fecha exacta es el 30 de abril y para entonces ya se están preparando un amplio listado de actividades no solo para los chipioneros, si no también para los visitantes, porque el Faro de Chipiona tiene tanto tirón turístico para la localidad como sus otros iconos: los carnavales, las playas, el moscatel, la flor cortada o la eterna Rocío Jurado.
Entre otras actividades, el día 27 de abril se hará la presentación del libro El Faro de Chipiona Caepionis Turris, exposiciones y paseos gratuitos en barco. Durante estas jornadas, también se realizarán visitadas guiadas en el faro sin coste alguno.

Visitar el Faro

El Ayuntamiento de Chipiona organiza visitas guiadas a este guardián de la desembocadura del Gualdalquivir, obra del ingeniero Jaime Font, que incluyen subir los 322 escalones y salir al balcón desde donde a setenta metros puede disfrutarse de unas vistas inigualables que abarcan desde la vecina provincia de Huelva, Doñana y hasta la Bahía de Cádiz. Por supuesto también se pueden divisar Sanlúcar de Barrameda, y la propia Chipiona, con su Monasterio de Regla, sus famosos corrales de pesca, o las playas de Costa Ballena. Entre los puntos más buscados desde el balcón del Faro siempre está el pecio del buque Weisshorn encallado durante un fuerte temporal en 1994.

Un poco de historia

La historia de la Villa de Chipiona está intensamente relacionada con su faro. De hecho el escudo de la ciudad muestra una torre sobre el Mar, la Caepionis Turris, que el cónsul romano Quintus Servilius Caepion mandó construir para guiar a los barcos que navegaban por la zona.

A lo largo de la historia y ante el aumento del tráfico marítimo a través de la desembocadura del Guadalquivir se hacía más necesaria la construcción de un faro permanente. En 1855 se solventaba en parte el problema con la instalación de un faro en una de las torres del Convento de Regla. Unos años después se decidió la construcción de un edificio ex profeso para albergar el faro.

En un principio el faro funcionaba con aceite de oliva, más tarde con petróleo y parafina. En 1916 el combustible pasó a ser vapor de petróleo y así estuvo funcionando hasta 1942 cuando se instaló el sistema eléctrico. En 1964 el Gobierno de Estados Unidos decidió financiar la instalación de cristales en la cúpula para aumentar su potencia y que sirviera de referencia a los barcos y aviones de la vecina base militar de Rota. Por tanto el de Chipiona se trata de un faro aeromarítimo que se caracterizan por alcanzar su haz luz la misma distancia en horizontal como en vertical. En 1999 se cambió la lámpara existente por una nueva halógena, con alcance de ochenta millas y destellos cada diez segundos.
Desde 1998 se puede visitar el faro y una exposición sobre su historia, pero para este año ofrecerá dos nuevas salas y más contenidos. El cronista oficial de la Villa, Juan Luis Naval, presentará un libro sobre la historia del Faro y se recuperará la iluminación monumental del edificio.

Chipiona enriquece así su propuesta cultural que se complementará este año con el Museo de Rocío Jurado, el del Moscatel, o los centros de El Camaleón y Cádiz y el Nuevo Mundo.