jueves, septiembre 19, 2013

Capacitación, servicio y fortaleza, las tres claves para que las pymes acierten con su proveedor de ERP

El nivel de capacitación de su equipo, la calidad del servicio que sea capaz de acompañar a la solución, la formación que facilite para “explotar” al máximo las capacidades del ERP y la “fortaleza” que muestre como empresa, es decir, su estabilidad para garantizar su permanencia en el tiempo, son algunas de las cosas que deberán valorar las pymes para optar por un proveedor u otro.

Otros aspectos interesantes son la empatía y la conexión que exista entre el equipo que implantará la solución y las personas que la utilizarán, la capacidad para hacer propias las preocupaciones de los futuros usuarios y la flexibilidad. 

Madrid, 19 de septiembre de 2013. DATISA, compañía española especializada en el desarrollo y comercialización de software ERP, con 30 años de experiencia en el mercado, ofrece algunas recomendaciones para que las pequeñas y medianas empresas puedan encontrar al “compañero de viaje” ideal en su proceso de búsqueda, implantación y/o utilización de un sistema de gestión empresarial.

Isabel Pomar, directora de marketing de DATISA asegura que al hecho de decidir qué herramienta se ajustará mejor a los requerimientos de nuestra empresa, se suma la necesidad de encontrar también al proveedor que sea capaz de ponerse en los “zapatos” de quienes deberán usar el sistema”. En este punto, algunos criterios a tener en cuenta a la hora de decidir entre un proveedor u otro, tienen que ver con el nivel de capacitación de su equipo, con la calidad del servicio que sea capaz de acompañar a la solución, tanto en las etapas de consultoría, como de implantación y soporte, en la calidad de la formación que facilite para “explotar” al máximo las capacidades del ERP y, en la “fortaleza” que muestre como empresa, es decir, en su estabilidad para garantizar su permanencia en el tiempo.

Existen también otros aspectos de interés a la hora de elegir un proveedor u otro, algunos tan intangibles como la empatía y la conexión que exista entre el equipo que implantará la solución y las personas que la utilizarán, la capacidad para hacer propias las preocupaciones de los futuros usuarios y su disposición para solucionar cualquier imprevisto que se produzca, incluso aquellos que pudieran no estar recogidos en los contratos de mantenimiento.

La flexibilidad vuelve a ser un elemento clave, también para escoger con quién “andar el camino”. En este sentido, aquellos que presenten un amplio abanico de posibilidades para que el sistema ERP encuentre el “hueco” que merece dentro de la organización, tendrán una ventaja sobre el resto de competidores. Entre ese amplio abanico de posibilidades deberán aparecer necesariamente, diferentes opciones de comercialización, capacidad de adaptación en tiempo y forma y una visión crítica combinada con una buena dosis de honestidad para no caer en la tentación de los desarrollos “bajo mínimos” ni en la persuasión del “cuanto más, mejor”.

En definitiva, es importante que las pequeñas y medianas empresas adopten un cambio de mentalidad y asuman que deben utilizar herramientas de gestión eficientes para conocer y utilizar en consecuencia la información que generan. Esto les permitirá tener un control sobre lo que hacen y establecer objetivos coherentes. “Implantar un ERP en una Pyme no es tarea fácil pues obliga a reestructurar los procesos y a cambiar métodos de trabajo por lo que es importante contar con proveedores expertos, que sean facilitadores, partners tecnológicos, socios y, en definitiva, impulsores del cambio, más que meros suministradores de tecnología”, asegura la directora de marketing de DATISA.

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