Este
hipódromo salado acogerá en verano 23 carreras
El espectáculo comienza
cuando cae la tarde y baja la marea. Son las carreras de caballos de Sanlúcar
de Barrameda, aquellas que nacieron para acarrear el pescado hace siglo y medio
y que hoy están declaradas de interés turístico internacional.
Este verano cumplirán 168
años de historia y se celebrarán del 2 al 4 y del 16 al 18 de agosto con mucha
vocación de futuro, porque hasta los niños organizan apuestas montando
originales casetas sobre la playa.
Desde los palcos o desde
la playa –donde el espectáculo es gratuito- las carreras se convierten en la
cita por excelencia del verano. Un acontecimiento que cada mes de agosto
concentra en la ciudad a miles de visitantes que acuden para presenciar en
directo las carreras de caballos con el atardecer en Doñana de fondo.
Las fechas atienden al
calendario de mareas, ya que los días de carreras tienen que coincidir con una
buena bajamar para que los caballos puedan competir por la playa con orilla
suficiente.
Durante estos días se
celebrarán 23 carreras de purasangre en este singular hipódromo: la arena
mojada cuando el mar se retira entre las playas de Bajo de Guía y Las Piletas.
Y es que la bajamar determina tanto las fechas de las carreras –que varían cada
año- como la hora de comienzo.
El espectáculo suele
empezar sobre las seis y media de la tarde y concluye en torno a las nueve y
media de la noche con más de 30.000 personas disfrutando del momento: la puesta
de sol, con los purasangre galopando por la orilla y el parque nacional de
Doñana al fondo.
La edición de este año
tiene un presupuesto que ronda el medio millón de euros de los que unos 147.000
€ estarán destinados para los premios.
Carreras
del XIX
La mitología cuenta que
para descansar, el Dios Febos desenganchaba
los caballos de fuego de su carroza al llegar a las costas de Sanlúcar.
Algunos historiadores
atribuyen el origen de las carreras a las que realizaban los caballos para
acarrear el pescado, una hipótesis que otros descartan porque aquellas eran de
resistencia y no de velocidad al estilo
inglés.
Lo cierto es que los
caballos, la cocina marinera y el disfrute de las tardes de verano junto a la
playa en este rincón de Andalucía vienen de antiguo.
A final del XIX, la
aristocracia se trasladaba a Sanlúcar para “los baños de ola”, convirtiéndose
así en unos de los destinos pioneros en el desarrollo del turismo en España
junto con Santander y San Sebastián.
Las carreras de caballos
se vienen celebrando desde 1845 y en ella participan hoy en día los mejores
jinetes.
Con el tiempo, la
competición ha crecido en prestigio y variedad y en las últimas ediciones hay carreras para jockeys (profesionales), gentlemen (aficionados) y amazonas.
En 1981 resurgieron con
auge, al refundarse la antigua Sociedad de Caballos de Sanlúcar de Barrameda,
que desde entonces se encarga de la organización. Hoy son el acontecimiento
deportivo, turístico y social más relevante del verano en el sur de España.
Una
ciudad señorial
La ocasión se presenta
como una oportunidad para conocer Sanlúcar de Barrameda, una ciudad señorial
enclavada en la desembocadura del Guadalquivir, el río grande de Andalucía y
muy marcada con el descubrimiento del Nuevo Mundo. Desde Sanlúcar partió
Cristóbal Colón en su tercer viaje a las Américas y también Magallanes en su
primera vuelta al mundo.
Su prosperidad económica
le llega con el comercio americano y de nuevo con influencia de la aristocracia
y las empresas bodegueras, que impulsaron su economía y su cultura, una
herencia que marcado para siempre la trama urbana de la ciudad.
Las carreras también son
una oportunidad estupenda para disfrutar de la gastronomía, presidida por la
manzanilla –el vino por excelencia de la tierra- y los langostinos de Sanlúcar.
Cádiz, julio de 2013
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