La necesidad de convergencia y amortización en los procesos de facturación para
los distintos países miembros de la Unión Europea ha sido fundamental para la
aprobación del nuevo Reglamento de Facturación que entraba en vigor a principios
de año. Se trata de una normativa que ha obligado a las Pymes a cumplir una
serie de requisitos para adaptarse a las nuevas exigencias legales.
Las aplicaciones de
DATISA, preparadas desde antes de que entrara en vigor la normativa, responden a
los requerimientos de unas organizaciones que, centradas en el corazón de su
actividad empresarial, confían el cumplimiento de estas nuevas exigencias
legales, a sus sistemas de gestión corporativos.
Madrid, 03 de julio
de 2013. DATISA, compañía española
especializada en el desarrollo y comercialización de software ERP, hace balance
del impacto que ha supuesto la entrada en vigor, el pasado 1 de enero, del nuevo
Reglamento de Facturación.
En este sentido,
desde la firma se asegura que, aunque ya han transcurrido más de seis meses
desde la aprobación del Real Decreto 1619/2012 de 30 de noviembre, en el que se
regulan las obligaciones de facturación, poco se ha hablado de una de las
principales novedades que incorpora y que afecta a un elemento que ha estado
conviviendo con nosotros durante muchos años. El ticket de compra. Su
sustitución por la denominada “Factura Simplificada” ha obligado a cambiar
tanto, el proceso como el método, de facturación.
Campos obligatorios
de la Factura Simplificada
No todas las
empresas están habilitadas para expedir una factura simplificada. Entre los
requisitos que estipula el nuevo Reglamento, destacan aquellas situaciones en
las que el importe de facturación sea inferior a 400€ o cuando se trate de
facturas rectificativas. También son susceptibles de figurar como Factura
Simplificada, aquellos documentos que recogen un valor superior a 400 € pero
inferior a 3.000 € en casos concretos, por ejemplo en las ventas al por menor,
en las ventas o servicios en domicilio del consumidor, en los servicios de
transporte de personas y sus equipajes, o en los servicios de hostelería y
restauración, entre otros.
La Factura
Simplificada debe incluir entre sus datos una numeración correlativa y, en el
caso de las facturas rectificativas, series diferenciadas, la fecha de
expedición y reflejar también si hay operaciones implicadas o pagos anticipados;
NIF, nombra apellidos o razón social del obligado a la expedición;
identificación del objeto de la factura; tipo impositivo aplicado y,
opcionalmente la expresión “IVA incluido”; en el caso de que haya diferentes
tipos impositivos debe especificarse además la base imponible de cada uno; y,
contraprestación total. En el caso de tratarse de una factura rectificativa, el
documento deberá hacer referencia a la factura que rectifica y al contenido que
modifica. El documento resultante ya no será un ticket, sino una Factura
Simplificada.
Cómo han respondido
los ERPs
El Reglamento señala
una serie de modificaciones y novedades que las empresas han debido introducir
en la configuración de sus ERP para dotar de validez a la nueva Factura
Simplificada y hacer desaparecer los antiguos Tickets.
Antes de nada,
Isabel Pomar, directora de marketing de DATISA, asegura que “nuestros
aplicativos ya contemplaban y soportaban todos los cambios que estipula el
reglamento y recogían todos los campos de obligado cumplimiento, antes incluso
de que la propia normativa entrara en vigor. Esto ha facilitado enormemente, la
labor de adaptación a los nuevos requisitos legales de modo que las empresas no
han notado apenas el cambio, desde el punto de vista, digamos,
operativo”.
Analizando un poco
más el detalle. El ERP de DATISA incorporaba una serie de modificaciones que han
facilitado el cambio de un modelo a otro, de una manera fluida y sencilla. Así,
en el caso de que se facturen en el mismo documento, artículos gravados con
distintos tipos impositivos, (ordinario, reducido, súper-reducido, etc.) el
aplicativo del fabricante español permite especificar con facilidad tanto los
porcentajes correspondientes como el desglose de las bases impositivas y sus
cuotas, configurando los campos “cabecera-pie” del
documento.
En caso necesario,
la solución también permite configurar el porcentaje de IVA que se aplica a cada
artículo configurándolo en el cuerpo del mensaje. Por otra parte, en los
ejemplos de las facturas rectificativas, el sistema automatiza aspectos como la
especificación del número de factura que rectifica. En la aplicación concreta de
TPV en el apartado “Definiciones Comunes” es posible, partiendo del ticket,
configurar la Factura Simplificada.
En resumen, es
inevitable que sigan conviviendo dos tipos de facturas, una con más datos que
otra y, aunque será complicado que desaparezca de nuestro lenguaje coloquial,
desde el 1 de enero de 2013, los tickets, han desaparecido
legalmente.
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